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5 factores que aseguran el crecimiento y rentabilidad de un negocio

Si tienes un negocio seguramente no está entre tus planes que mantenga el mismo nivel de ventas durante los próximos cinco o diez años. Asumir los riesgos de emprender y sacrificar tus ingresos presentes por un proyecto que podría permanecer siempre estancado no tiene ningún sentido.

Por eso, todos tenemos que apostar por construir negocios escalables, que tengan la capacidad de aumentar su capacidad de producción mientras mantienen una estructura de costos sana. Es decir, que puedan generar más ingresos y más rentabilidad.

Para entender en qué consiste la escalabilidad de un negocio y cómo desarrollarla desde su origen hemos preparado este artículo con algunos conceptos fundamentales. Veamos de qué se trata.

¿Cómo es un negocio escalable?

Un negocio con capacidad de crecer de manera sana y rentable tiene como características:

Una infraestructura ágil capaz de producir más o de aceptar un mayor número de clientes o usuarios; sin que eso signifique inversiones ni costos adicionales significativos en el corto plazo.

Hace un uso inteligente de la tecnología, por ejemplo, de sistemas en la nube que le permiten reaccionar ante un aumento súbito de la demanda, del número de sucursales o de la generación de información importante (como la de tipo contable).

Cuenta con procesos definidos y ordenados para las diferentes áreas de producción y administración.

Sus dueños buscan la mejora constante, la innovación, las nuevas oportunidades y la optimización de costos.

Tiene el potencial de extenderse a nuevos territorios.

¿Qué factores aseguran la escalabilidad de tu empresa?

Un negocio está listo para expandirse con nuevas líneas de productos o a nuevos mercados cuando tiene una estructura de costos sana, procesos probados, productos o servicios demandados y un modelo comercial eficiente.

Para dar pasos concretos hacia la escalabilidad, tienes que aplicar las siguientes acciones:

1.- Arrancar con un modelo de negocios escalable.

Este es el primer desafío que enfrentan los pequeños negocios que se construyen alrededor del expertise del fundador. Es el típico caso del chef que decide abrir un restaurante, pero se encarga personalmente de preparar cada platillo; o el del pastelero que se niega a compartir sus técnicas de elaboración con sus empleados por miedo a perder sus “fórmulas”. Analiza si tu negocio es capaz de vender más sin tener que producir algo nuevo todo el tiempo.

2.- Enfocarse en un mercado objetivo grande.

A menos que vendas un producto de súper lujo y con tickets de compra muy altos será difícil que tengas un salto en tus ingresos si tu segmento de mercado es muy pequeño o si tus clientes van a adquirir tus productos y servicios muy esporádicamente (como una vez por año).

3.- Multiplicar las fuentes de ingreso.

A veces no es posible escalar una empresa con la oferta original de productos y servicios o con el mismo esquema de comercialización. Explora nuevas opciones para generar fuentes de ingresos adicionales; por ejemplo, a través de una tienda en línea o un servicio de garantías, mantenimiento y reparaciones.

4.- Empezar de a poco.

Apuesta siempre por un producto mínimo viable (Minimun Viable Product o MVP, en inglés) que te permita confirmar el interés por un nuevo producto y servicio; así como descubrir áreas de mejora sin necesidad de comprometer el presupuesto actual y los ingresos futuros de la empresa.

5.- Desarrollar la estructura financiera más adecuada.

Si bien, un negocio es escalable cuando puede crecer con costos mínimos, pues esos gastos nuevos existirán, y hay que asegurar que el dinero necesario esté disponible durante las diferentes etapas del crecimiento. Entre otras fuentes de capital o de crédito analiza opciones como un nuevo socio, un fondo de capital emprendedor, un préstamo bancario o simplemente la tarjeta de crédito corporativa.